miércoles, 22 de diciembre de 2010

LUCÍA

LUCÍA

Mis palabras son hojas madre,

brotan hacia ti persiguiendo tu existencia,

písalas

...............con el peso de la muerte.



Desquebrajadas, burbujeando en la polvareda,

se alzaron las raíces para padecer tu último aliento.

Compadécete de las mirlas de plata

que estallaron en la memoria del rio.



El calor de tus manos, que antaño enhebraron tantas flores,

se ha perdido en bahías de añoranza;

merece tus recompensas, amada madre,

las que Dios nos prometió en vida.



Te has marchado lejos, atrás de la memoria,

donde la beldad de tu rostro se ha desvanecido.

De qué color eran tus ojos,

aquellos que en su soledad veían florecer los anturios.



Guarda algunos abrazos, algunos besos,

prepara la mesa nuevamente para celebrar la más dulce de las victorias.

Recuéstate en las olas y humedece tu pelo

............................................................................................se paciente

porque la muerte no pudo arrebatarle su belleza al mundo.



Un millón de pájaros ha vuelto a surcar el cielo,

Y un millón de sombras me hicieron sentir que no estabas tan lejos.

Quise escribir lo que cantaban

Pero tus palabras son más blancas que el papel.